Y es que ni el hecho de estar borracho y de gaupasa pudo evitar que en mi cabeza quedase grabado a fuego el nombre de este “grupo musical” que conocí anoche en el gaztetxe de Andoain.
Se trata de La Pop’lla, un grupo de tributo a La Polla Records, o lo que es lo mismo: una cuadrilla de vagos que por no dedicarse a la ardua tarea de escribir sus letras deciden tocar no una, ni dos, sino una lista entera de canciones de otro grupo.
El concierto fue un suplicio: Un cantante intento de imitación de Evaristo que resultaba patético encima del escenario con sus ridículos saltitos y gestitos y unas versiones lentísimas que, para colmo, repitieron sin compasión para así alargar el triste show.
Se ve que el humor tampoco es el fuerte de estos chicos. Creo recordar que contaron dos chistes: Uno típico del rollo “se abre el telón” y el de las palomas mensajeras. Con dos cojones. El tercer chiste fue el concierto en sí.
Menos mal que estuvieron los Sparteens para salvar esta noche de disfraces en la que cierta gente decidió vestirse de músicos.
Joseba
zorras!!!!
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